La llegada de la primavera ha traído consigo cambios en el clima y en la vegetación, pero también desencadena problemas de salud, especialmente para aquellos propensos a las alergias. Durante esta época, la exposición a alérgenos como el polen aumenta, lo que puede desencadenar reacciones alérgicas que no solo afectan la piel y las vías respiratorias, sino también los oídos.